Brooke Tindal solía despertarse a las 5:50 a.m. y viajar 16 millas a través de la Ciudad de Nueva York para llegar a la escuela secundaria. Se dio cuenta de cuánto de su día perdía cuando las escuelas se vieron obligadas a pasar a la enseñanza remota durante la pandemia de COVID-19. Al quedarse en casa, Brooke tenía más tiempo para trabajar en proyectos para su clase de arte favorita. Y se sentía menos agotada durante el día escolar.
Brooke no regresó al aula cuando la Ciudad de Nueva York terminó la enseñanza remota en 2021. En cambio, eligió un año de educación en el hogar. Entonces su madre se enteró de otra opción. Nueva York estaba comenzando su primera escuela secundaria virtual pública. Brooke se inscribió en su clase piloto de primer año.
Ahora Brooke tiene 15 años y es una estudiante de segundo año. “Es genial para mí quedarme en un solo lugar”, dice, “y hacer mi trabajo a mi propio ritmo”.
Regreso a la escuela
Las secuelas de la pandemia hicieron que la escolarización virtual fuera una necesidad para muchos niños. “Todavía había muchos estudiantes inmunocomprometidos, o sus familias lo estaban, y no podían regresar a la escuela”, dice Terri Grey. Ella es la directora de la escuela de Brooke, Virtual Innovators Academy. “Así que realmente se hizo necesario esta opción permanente”.
Hay 17 maestros y alrededor de 200 estudiantes de primer y segundo año inscritos en la academia este año escolar. Se agregará otro nivel de grado cada año. Los estudiantes se reúnen en persona para los exámenes estatales requeridos. Una vez al mes, hacen algo divertido, como jugar a las maquinitas o ver un espectáculo de Broadway. Pero incluso las clases extracurriculares, como los deportes electrónicos y los drones voladores, se realizan desde casa.
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Los administradores de todo el país citan un montón de razones por las que los estudiantes podrían preferir clases virtuales. Algunos niños simplemente se concentran mejor con una hora de inicio escolar más tardía. Algunos quieren poder aprovechar otras oportunidades educativas, como ir a un museo fuera de las horas pico. Algunos hacen malabares con los trabajos y los cursos escolares.
“Muchos padres aprecian la flexibilidad para sus familias”, dice Grey. “Hay estudiantes que realmente prosperan aprendiendo en casa de forma remota”.
Ventaja hogareña
Hay críticos. Algunos son escépticos acerca de si la escuela virtual puede fomentar discusiones grupales. A otros les preocupa que pueda crear un problema de equidad, ya que algunos niños no pueden pagar o no tienen acceso a la tecnología más nueva. (Ver “Cerrar la brecha”). Aun así, los distritos escolares en California, Georgia, Utah y otros lugares han lanzado escuelas virtuales permanentes.
Virtual Innovators Academy cuenta con una tasa de asistencia del 96%. Según Grey, se ha convertido en un refugio para los niños que son neurodiversos o introvertidos. Su enfoque en los medios y la tecnología podría ayudar a los estudiantes a obtener pasantías administrando las plataformas de redes sociales de empresas.
En una escuela virtual K-8 en el condado de Coweta, Georgia, a los padres les gusta ver lo que sus hijos están aprendiendo para que puedan ayudarlos con sus tareas. Rebecca Minerd es la directora de la escuela. “La mayoría de los estudiantes son niños típicos, y sus padres han tomado esta decisión”, dice ella. “Funciona bien para ellos”.
Cerrar la brecha
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Los estudiantes que asisten a escuelas virtuales dependen de una Internet rápida. Pero muchos lugares rurales no tienen los cables subterráneos para ello. Alrededor del 24% de las personas en las zonas rurales carecen de Internet de alta velocidad, en comparación con el 1.7% en las ciudades.
El gobierno federal ha invertido miles de millones de dólares para resolver el problema. Si el esfuerzo da sus frutos, las áreas rurales podrían mejorar sus economías y proporcionar más oportunidades educativas. —Por Cristina Fernandez