El 14 de marzo de 2020, la pandemia de COVID-19 forzó a 57th Street Books a cerrar. La tienda está en Chicago, Illinois. No volvió a abrir en casi un año y medio. El director Jeff Deutsch estaba preocupado. Los clientes no podían venir y echar un vistazo a los estantes.
Deutsch dice que tuvo suerte. Las personas se hicieron notar. Ellas hicieron regalos. Ofrecieron su apoyo. “Nuestra comunidad se unió durante la pandemia”, él dijo a TIME for Kids.
En los últimos dos años, lo mismo ha ocurrido en librerías de todo lo país. Se vieron forzadas a cerrar durante la pandemia, pero muchas encontraron la manera de conectarse con clientes y ayudar a sus comunidades.
Nuevas ideas
Antes de la pandemia, las librerías ya estaban pasando por malos momentos. Muchas tenían dificultad para competir con comerciantes en la Internet, como Amazon. Luego, vino el COVID-19. En 2020, una en cinco librerías independientes en Estados Unidos corría peligro de cerrar. Esto es según la Asociación Estadounidense de Vendedores de Libros (ABA).
ZENG HUI—XINHUA/GETTY IMAGESPero muchas tiendas pudieron recuperarse con nuevas ideas. La librería The King’s English Bookshop está en Salt Lake City, Utah. El personal colocó libros afuera para que los clientes los vean. La tienda también hizo eventos en línea para niños. Otras tiendas formaron línea directas de ventas de libros. Algunas vendieron libros desde camionetas.
BEN HASTY—MEDIANEWS GROUP/READING EAGLE/GETTY IMAGES“Especial y divertido”
Una fan de 57th Street Books es Adele Sorkin. Tiene 11 años. Ella está en la Junta Asesora de Lectores Jóvenes de la tienda. Los miembros reciben y revisan libros nuevos. “Pienso en una librería como un tarro de galletas”, dice Adele. “Es algo especial y divertido que siempre está ahí para ti”.
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