Buen crecimiento
La bióloga Paula Costa está parada en un campo desnudo de tierra rojiza en el estado de São Paulo en Brasil. Quinientos años atrás, esta tierra era parte de un bosque lluvioso llamado Mata Atlántica. Hoy, casi todo el bosque ha sido talado. Mucha de la tierra se usa para el monocultivo, en el cual se plantan campos con uno solo tipo de planta a la vez. Costa golpea el suelo con su puño. La tierra es dura y seca.
A pesar de esto, unos cuantos brotes verdes han aparecido. El bosque lluvioso está regresando. “Estos brotes serán habichuelas”, Costa dice. “Estos son mijos. Estos rábanos. Van a resucitar el suelo”.
Esto no es tan solo un proyecto de reforestación. Es también una granja. Pronto, se unirán a estos cultivos plantas de café y bananos. Habrá también árboles nativos. Mientras crecen, algunas plantas pondrán nutrientes en la parte superior de la tierra con sus raíces. Otras retirarán humedad de la atmósfera. “Todo tiene su función”, Costa dice. La mayoría de estas plantas producirán cultivos para vender.
VICTOR MORIYAMA FOR TIMELa pareja de Costa, Valter Ziantoni, es un ingeniero en silvicultura. Juntos, dirigen un proyecto llamado Pretaterra, el cual enseña agroforestación, un método que copia ecosistemas naturales para crecer alimentos y otras cosas que la gente necesita. Para 2025, la pareja espera extender este tipo de agricultura a una gran parte de la pasada Mata Atlántica.
VICTOR MORIYAMA FOR TIMEUna solución de agricultura
VICTOR MORIYAMA FOR TIMELa agroforestación es similar a como los pueblos indígenas trabajaban la tierra en Brasil hace mucho tiempo. Pero en el siglo XX, el gobierno empezó a decir a la gente que despejara los bosques lluviosos y que reemplazaran los paisajes biodiversos con cultivos únicamente. Los granjeros podrían ganar dinero más rápidamente de esta manera.
Sin embargo, esta estrategia de despejar árboles ha creado problemas. Los bosques lluviosos de Brasil preservan el clima húmedo y estable que hace crecer cosas. Los árboles toman agua por sus raíces y la liberan cuando el aire alrededor de ellos es caluroso. Esto enfría el entorno. Con menos árboles, Brasil se está haciendo más caluroso y seco, y esto no es bueno para los granjeros.
VICTOR MORIYAMA FOR TIMEMás y más, los granjeros ven a la agroforestación como la solución. Plantar árboles junto a los cultivos es como instalar un aire acondicionado y un sistema de riego. Al mirar sobre un campo verde, Ziantoni se entusiasma. “Queremos que nuestro impacto en el paisaje sea lo más grande posible”, él dice.
Hacer el cambio
Cecilia Whately es una granjera de avocados. Ella está probando las técnicas de Pretaterra y está decidiendo si debiera plantar de esta manera en toda su granja. Reduciría la cantidad de tierra para los avocados y disminuiría la producción al principio, pero finalmente Whately ganaría un cultivo más saludable y nuevos productos para vender. Ella también podría obtener precios más altos de los supermercados europeos que desean alimentos no vinculados con la deforestación. “Estoy muy esperanzada de que funcione, y si lo hace, otros lo copiarán”, ella dice.
Pasar a la agroforestación no es sencillo, pero Whately dice que no hay muchas opciones. Su granja en São Paulo limita con el estado Minas Gerais, uno de los más grandes de Brasil. Minas Gerais solía estar cubierto de bosques. “Ahora partes se ven como una sabana”, dice Whately. “Si no hacemos nada en los próximos 10 a 20 años para cambiar, será igual aquí también: todo será una sabana”.
Cambiar el mundo
JAN SOCHOR—GETTY IMAGESLa agroforestación está aumentando en popularidad en muchos países, incluyendo Camerún, en África; Colombia (foto) en América del Sur e Indonesia, en el sureste de Asia. Cientos de proyectos de agroforestación a pequeña escala están apareciendo también en Europa y Estados Unidos.
Brasil está a la vanguardia de este movimiento mundial. Valter Ziantoni está ansioso de enseñar a las personas esta manera de cultivar. Él dice: “Queremos transformar la agricultura del mundo en agroforestación”.