Hora de cuentos

Grace Lin no creció viendo a otros niños como ella. Ella era la única asiática-americana en su clase. Ella se conectaba con libros. “Sentía que los libros eran mis amigos”, dijo a TIME for Kids. “Los libros nunca me hacían sentir rara sobre quien era”.

Grace Lin pasa unas pocas horas cada día escribiendo. A ella le gusta salir a caminar antes de escribir para aclarar su mente.

Lin empezó a hacer libros por su cuenta. “Siempre que tenía un proyecto escolar, hacía un libro”, dice Lin. Ahora, ella ha publicado más de 20 libros.

Convertirse en una escritora de cuentos

Uno de los maestros de Lin la alentó a entrar en un concurso de fabricación de libros. Esto fue en la escuela media. Lin ganó el cuarto lugar. “Nunca vi a nadie parecido a mi que fuera un autor y un ilustrador”, dice. El concurso la motivó. Le mostró que podía convertirse en una escritora de cuentos de niños.

Para la universidad, Lin asistió a la Escuela de Diseño de Rhode Island. Ella aprendió ahí a ser una ilustradora.

Encontrar un amigo

Los libros de Lin se basan en su vida y su familia. A Big Mooncake for Little Star es uno de sus favoritos. Su hija fue su inspiración. Ganó la Medalla Caldecott. Los premios Caldecott se dan a los mejores libros ilustrados del año.

Lin cree que las imágenes son importantes en los libros para niños. Ella quiere que los niños se vean a sí mismos en su trabajo. “Los libros para niños son la primera exposición al arte y la cultura”, dice. “Espero que cuando los niños leen mis libros, encuentren un amigo que desean guardar para siempre”.

Muy pronto

El último libro de Lin se llama Once upon a Book. Ella dice que fue inspirada al ver a su hija leer en la biblioteca. “La imagen me gustó muchísimo”, dice Lin. Ella decidió dibujar lo que vio.

Este libro es especial. Por lo general, cuando Lin hace un libro, “la historia viene primero”, dice. Esta vez, el arte vino primero. Luego, Lin coescribió el libro con su amiga Kate Messner. Once Upon a Book llega a las tiendas en febrero.